Blog de lectura Martín Peinado

Lee, aprende y disfruta

*Recursos adaptados a los diversos ciclos de Primaria, muchos de los cuales provienen de fuentes externas al colegio.

La Fregona de Doña Matilda



      Érase una vez una fregona cansada de limpiar. Su dueña, doña Matilde, no paraba de pasarla por todos los suelos de la casa.

Cada mañana, doña Matilde llenaba el cubo de agua, echaba un chorro de un producto lila que olía a lavanda, y sumergía allí la fregona.

Pero el baño, aunque era agradable, era corto.

Al momento se encontraba escurrida, retorcida y pasando por los suelos de la casa, buscando bien por los rincones por si quedaba una mota de polvo. Y mientras hacía estas tareas, doña Matilde no paraba de cantar.

Una mañana sucedió que doña Matilde no apareció. La fregona estaba confusa: tanto quejarse del trabajo y ahora lo echaba de menos. Añoraba especialmente el baño en aquella agua lila, y también las canciones de su dueña.

De pronto, le llegó un olorcillo a lavanda, y, asombrada vio aparecer a doña Matilde con una fregona nueva.
A los pocos días, la llevaron al basurero. Lo primero que notó fue un olor extraño, nada parecido al de la lavanda. También le llamó la atención la cantidad de objetos que allí había: una silla de plástico, un paraguas viejo, una lámpara estropeada, un televisor roto,...

Mientras la fregona oía las quejas de aquellos objetos abandonados por inservibles, escuchó que una mujer decía:

¡Mira, Manolo! ¡Fíjate en esa fregona!

¡Está estupenda! -contestó su acompañante.

Ella la cogió y dijo:

La gente ya no sabe qué tirar.

Y la fregona, de repente, se sintió feliz de volver a servir para algo.

0 comentarios