Alboroto en el huerto
Las frutas del huerto del tío Víctor despertaron una mañana muy alborotadas. La que más ruido armaba era una manzana gorda y reluciente.
Aseguraba que debían reunirse sin tardanza para hablar de su futuro, que veía
seriamente amenazado.
Bajo el gran castaño se organizó la reunión.
Allí acudieron todos los habitantes del huerto: zanahorias,
tomates, pepinos, cebollas, pimientos, melones, naranjas…nuestro futuro corre
peligro. Dentro de poco estaremos en el mercado y en el plato de alguien.
-¡Es cierto, es cierto!-gritaba, hecha un mar de lágrimas,
la cebolla.
-¡De acuerdo, de acuerdo!- gritaron todos.
-¡Sois unos egoístas!- dijo la naranja-.
No os dais cuenta de lo necesarios que somos para los niños.
Es preciso que crezcamos fuertes y sabrosos para gustarles a ellos.
Decidieron crecer y conservar el huerto repleto de frutos
sabrosos para los niños.
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