La Liebre y la Zanahoria
Los campos y las colinas estaban cubiertos de nieve alta y
la liebre no tenía nada que comer. Buscando comida, la liebre encontró dos zanahorias amarillas,
se comió una zanahoria y dijo:
_Cae mucha nieve y el frío es duro. Seguro que el burrito no
tiene nada que comer, le voy a llevar una zanahoria.
Inmediatamente, la liebre fue en busca del burrito, pero no
estaba, la liebre dejó la zanahoria en casa del burrito y se fue saltando.
El burrito se había ido también en busca de comida. Encontró
patatas y volvió contento a casa. Cuando abrió la puerta se encontró la
zanahoria.
_ ¿De dónde vendrá esta zanahoria? Se preguntó el burrito.
Entonces el burrito comió sus patatas y dijo:
_Con este día que hace tan frío, seguro que el pequeño
ciervo no tiene nada para comer. Le llevaré esta bonita zanahoria, y se fue en
busca del ciervo.
Pero el pequeño ciervo, también se había marchado en busca
de comida. Al cabo de un rato el pequeño ciervo volvió a casa con una col que
había encontrado en el campo. Al abrir la puerta, vio una zanahoria, y el ciervo se preguntó:
_ ¿Quién me habrá traído esta zanahoria tan grande y rica?
El pequeño ciervo venía con hambre, entonces se comió la col
que había encontrado y pensó:
Yo ya he comido, con el campo cubierto de nieve seguro que
la liebrecita no habrá salido en busca de comida , le regalaré esta hermosa
zanahoria amarilla.
Y rápidamente el pequeño ciervo se fue corriendo a casa de
la liebrecita, pero se había hartado de comer y se había dormido. El pequeño
ciervo no la quiso despertar y silenciosamente hizo rodar la zanahoria dentro
de la casa.
Cuando la liebrecita despertó, se frotó sus ojos asombrada:
_¡Otra vez está aquí la zanahoria!
Durante un instante reflexionó y luego dijo:
_Seguro que un buen amigo me trajo esta zanahoria!
Y entonces se la comió. ¡Estaba deliciosa!
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