El Despertador
Doña Despistes abre los ojos, y desde la cama, ve el sol por
la ventana. Hay mucha claridad.
- ¡Qué raro! piensa y mira la hora en el reloj. Son las diez.
- ¡Qué horror!, -exclama-. ¡Ayer no puse el despertador y me he quedado dormida! ¡Voy a llegar tarde al colegio!-
Corriendo se ducha, se viste y sale para ir al colegio.
Doña despistes se cruza con varios alumnos suyos: Patricia, Pablo, Sergio,... Todos van con sus padres y ninguno lleva mochila. Pero ella no se da cuenta de nada.
Tampoco se da cuenta de que las tiendas están cerradas, ni que no hay coches en la calle, ni de que la gente anda sin prisa.
Cuando llega al colegio, se encuentra la puerta cerrada y no se oye ni un ruido.
De pronto unas campanas rompen el silencio.
Solo entonces se da cuente de que hoy no hay clase, ¡hoy es domingo!.
- ¡Qué raro! piensa y mira la hora en el reloj. Son las diez.
- ¡Qué horror!, -exclama-. ¡Ayer no puse el despertador y me he quedado dormida! ¡Voy a llegar tarde al colegio!-
Corriendo se ducha, se viste y sale para ir al colegio.
Doña despistes se cruza con varios alumnos suyos: Patricia, Pablo, Sergio,... Todos van con sus padres y ninguno lleva mochila. Pero ella no se da cuenta de nada.
Tampoco se da cuenta de que las tiendas están cerradas, ni que no hay coches en la calle, ni de que la gente anda sin prisa.
Cuando llega al colegio, se encuentra la puerta cerrada y no se oye ni un ruido.
De pronto unas campanas rompen el silencio.
Solo entonces se da cuente de que hoy no hay clase, ¡hoy es domingo!.
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